Publicación en Insideover en Italia

En noviembre 2019 se me solicitó, desde la publicación online italiana Insideover.com, un artículo acerca del estallido social en Chile, desde el punto de vista de un reportero gráfico con la experiencia previa de la década del 80.  Aquí la publicación en diciembre 2019, con fotografías del gran Ivo Saglieti:

De vuelta a las calles

Pertenecí a la AFI histórica (Asociación de Fotógrafos Independientes) que agrupó a los fotógrafos que cubrían las protestas en los 80 en Chile. Era un grupo variado, de hombres y mujeres que nos encontrábamos en las calles de Santiago fotografiando el acontecer de un país que luchaba por librarse de una dictadura que duró más de 17 años feroces años de autoritarismo. El reto entonces era acompañar y documentar a un pueblo que ocupaba las calles, que sufría la ocupación militar de sus poblaciones, que lloraba a sus exiliados, muertos y desaparecidos.

Con la esperada llegada de la democracia en el año 1990, de una manera u otra, todos nos sumamos a la tarea de construir un país donde las bases del gobierno militar quedaran en el pasado. Trabajé un tiempo en el gobierno y posteriormente, hasta ahora, en la academia. Cada uno hizo su propio camino y sin darnos cuenta, esa red invisible que nos articulaba desapareció.

Nos fuimos acostumbrando a un sistema económico neoliberal y la Constitución de los años 1980 de Pinochet nunca se modificaron, lo anterior privilegiaba el éxito personal por sobre la solidaridad.

Se privatizaron todos los servicios básicos, luz, agua, educación, salud y sistema de pensiones, haciendo la vida en Chile cada vez más segregada: barrios para pobres lejos de los barrios para ricos. Una sociedad donde dejamos de mirarnos y reconocernos, donde se perdió el significado de la palabra Justicia y Dignidad.

El 18 de octubre de este año, un alza en el pasaje del Metro implicó que los estudiantes secundarios comenzaron a saltar los torniquetes para evadir el pago. Comenzaron unos pocos y se fueron sumando cada vez más. Fue la mecha que encendió la llama. Los primeros en apoyar fueron los adultos mayores, los jubilados, que después de una vida de trabajo, al pensionarse les toca vivir en la pobreza, con pensiones miserables y un sistema de salud colapsado. La evasión en el Metro implicó el cierre de varias estaciones, con las consiguientes molestias para la población, sin embargo, el apoyo al movimiento en vez de disminuir, aumentó. No sólo eran los jóvenes, ahora eran también los jubilados y adultos mayores. Los medios de comunicación tradicionales (televisión, radios, medios escritos) tuvieron que asumir el fenómeno y modificar la pauta porque se dieron cuenta que este clamor no era de un grupo pequeño, que era una rabia acumulada de años -“no son 30 pesos, son 30 años”- es la frase que más se repetía.

Paralelamente ocurrieron las marchas en todo Chile. De Arica a Punta Arenas, de norte a sur, en las capitales regionales se juntaron miles de personas a marchar por la concreción de sus demandas sociales. Muchos de estas organizaciones llevaban tiempo difundiendo su mensaje y trabajando propuestas, pero ahora con el apoyo de una sociedad más consciente y con una asumida sensación de abusos e injusticias, todas esas demandas, cobraron protagonismo. El sistema previsional, la educación, la salud, el sistema judicial, el Congreso de la República y finalmente la Constitución son parte de las instituciones enjuiciadas por una ciudadanía crítica y empoderada que ve como la población sale diariamente a las calles sin banderas políticas, solo la bandera nacional y la del pueblo Mapuche flamean en el territorio.

Octubre 2019: Inicio de la Rebelión Popular

Toda esta convulsión social implicó volver a las calles con la cámara fotográfica, esta vez con máscara antigases, antiparras para cuidar los ojos y casco para protegerse. Las manifestaciones no eran las mismas, no hay discursos ni líderes, sinó grupos que se autoconvocan y marchan juntos. Sin dirigentes o líderes reconocidos. Hay ahora muchos reporteros gráficos, la mayoría de ellos jóvenes y, a diferencia de los que trabajamos en los 80, con la gran posibilidad que da la fotografía digital, el poder realizar gran cantidad de tomas. Pero el ejercicio del reportero gráfico es el mismo, el entender lo que pasa y registrar con honestidad y oficio lo que sucede en la calle.

En las grandes manifestaciones se da una dinámica particular. Hay gente que participa pacíficamente, grupos organizados que se expresan en forma artística y creativa, otros de manera tradicional y finalmente al caer la tarde aparecen otros que generan disturbios y saqueos. Éstos se enfrentan frontalmente con la fuerza pública que responde de manera violenta, muchas veces sin discriminar entre aquellos que protestan y los que saquean.

Aparecen grupos sociales desconocidos hasta entonces, por ejemplo, “La primera línea”, que son los jóvenes que se enfrentan directamente con carabineros, con escudos protegen a quienes lanzan piedras. Hay toda una estética que identifica a este grupo, una épica surgida que se traduce en ilustraciones, en personajes como el “pareman”, el “negro matapacos”, jóvenes vestidos de negro, casco, guantes, máscaras y antiparras.

Participación de jóvenes

Punto aparte ha sido el movimiento feminista, que este 2019 se ha rebelado en Chile como masivo y macizo, con un claro mensaje en contra de la violencia de género y su participación organizada en las manifestaciones. En el contexto de este estallido social y como parte de un trabajo de un colectivo feminista de Valparaíso (Las Tesis), surgió una performance -“Un Violador en tu camino” que en menos de 4 días se viralizó, se expamdió a través de las redes sociales y fue repetido por mujeres de todo el mundo. Desde el zócalo en México repleto de mujeres y grupos en Madrid, Paris, Colombia, Suecia, Noruega, Inglaterra, Nueva York, La India hasta grupos de mujeres reprimidas duramente en Estambul, repitieron la sanadora  dinámica “Y la culpa no era mía, ni como estaba, ni cómo vestía, el violador eras tu!  Sin duda la irrupción del movimiento feminista le dio un aire universal a este levantamiento social en Chile.
Esta explosión o estallido social, rebelión popular o crisis política nos puso frente a un país profundamente desigual e insatisfecho, con una fractura profunda en la confianza. Al parecer, no nos habíamos dado cuenta toda la injusticia que dejamos ocurrir y está por verse si seremos capaces de estar a la altura de todas las expectativas creadas. El logro más próximo es el cambio constitucional, que será sometido en abril del próximo año a un plebiscito que de inicio al proceso de una Asamblea Constituyente. Este hito es un anhelo largamente esperado y que no hubiera sido posible sin la presión social que obligó a los políticos a ponerse de acuerdo rápidamente.

El gobierno tiene actualmente una desaprobación del 82%

Los resultados de la violencia ejercida por carabineros registra cifras inéditas:
Según el informe del INDH (Instituto Nacional de Derechos Humanos)352 personas han resultado con daños oculares desde inicio de las manifestaciones sociales.
La entidad indicó que de ellas, 331 han presentado trauma o lesión en sus ojos, mientras que 21 sufrieron el estallido o pérdida del globo ocular, indicó además que, en base a los antecedentes entregados por los hospitales, hay un total de 3.449 personas heridas, de las cuales 1.983 sufrieron lesiones por disparos que se desglosan en: 1.554 impactados por perdigones, 180 por balines y 51 por balas.
Asimismo, el INDH informó que 1.383 personas denunciaron vulneraciones, entre ellas, excesivo uso de la fuerza en la detención, torturas y violencia sexual.También reportó que 709 acciones judiciales se han interpuesto durante la crisis.

Según el presidente del departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico, debido a la cantidad de casos, la Posta Central debió hacer un protocolo especial que apunta específicamente para atender a pacientes con quemaduras químicas provocadas por el carro lanza-aguas. Lo anterior ha sido denunciado por los informes de Derechos Humanos de Human Rights Watch y Armistia Internacional.

A continuar haciendo memoria por medio de las fotografías
Una responsabilidad y un compromiso. Unos se manifiestan poniéndose una capucha, otros que hacen barricadas o salen a marchar, los gráficos nos  expresamos  por medio  de las fotos.
En tiempo de dictadura una imagen podía ser tan efectiva como una piedra, como una bomba molotov. Los Carabineros repiten una frase actualmente: «Nos duelen más las fotos que los piedrazos».

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